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sábado, 2 de abril de 2011

Abril de la República


Piernas de metralla en el porche de mi infancia. Boquetes de la guerra con algodón y las manos de mi madre. Abuelos y tíos lucían el hambre hablando del pan duro de la guerra. Batallas del Jarama, Brunete, la del Tajo a la altura de Aranjuez... Los años me borran las trincheras, los cosidos de la contienda, las despensas vacías y el estraperlo. Las huidas, los escondientes, los italianos que llegaron al pueblo, los primos que se marcharon a la Argentina. Cuando piensas que todo se acaba, que se pasó la página, el mundo se abre, se incendia, se inunda y vuelves a ver piernas con balas. ¿Cuál es el perfil del dolor humano?

Estamos en una guerra que aquí nos sabe a rutina televisiva sin heridas cercanas. Vivimos la paz con misiles que avanzan en buques insignia, se van las bombas de la madre patria. En las ciudades se quedan los metros, las colas por el abono transporte, los corazones solos de un Madrid que vive el desencuentro entre sus habitantes. Y cuando despertaron el dinosaurio estaba allí.





6 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Todos los aniversarios de la derrota de la paz...el otro día volví a ver un documental sobre los campos de exterminio nazis...y me parece mentira que sigamos olvidando, cada día, el constante horror...Si a la maldad - o locura - de algunos seres que no puedo considerar humanos, se une el horror de las fuerzas incontroladas de una Naturaleza ciega, bastante haremos con seguir luchando contra el destino general...siempre atentos para evitar lo que llamamos el mal...y el dolor. Godzilla y King Kong son, para mí, Bush y Bin Laden, ellos son más dañinos que esos pobres animales que, finalmente, solo se defienden del ataque del hombre...

"Un Madrid que vive el desencuentro entre sus habitantes" dices, y yo lo extiendo al mundo, aunque, de vez en cuando, toquemos con las manos de la esperanza algún pequeño refugio"

Port

Mila Aumente dijo...

En casi todas las familias se habla, en muchas ocasiones, de la Guerra Civil Española y de aquellos familiares que, tras finalizar esta, se fueron a la Argentina.Mi abuela materna murió sin volver a ver a dos de sus hijos que se fueron hasta allí en busca de mejor vida.Las guerras siempre traen tragedias y desdichas y, aunque algunos no estemos a punto de bala, nos duelen las heridas de quienes las sufren.
Vivamos con la esperanza de lograr un mundo mejor.

Un besito.

Mari Carmen Azkona dijo...

Asumo, con dolor, las victimas de la Naturaleza como riesgo de habitar este planeta. Asumo las victimas de la enfermedad como parte de la vida. No asumo las victimas de las guerras ni de la codicia humana. ¿Cuál es el perfil del dolor humano? Los ojos de un niño que miran de frente a la guerra. Estampas que jamás olvidará y que legará a sus hijos, y a los hijos de sus hijos...generación tras generación revivirán el miedo, el hambre, la muerte.

Y cuando despertaron el dinosaurio estaba allí...porque ellos le alimentaron.

Un beso mi niña, por desgracia nunca se acabarán estos aniversarios.

Nelken Rot dijo...

Querido Emilio, queridas Mila y Mariatxu,

Os escribo ahora porque anteriormente leía unos comentarios tan buenos, que me quedé sin palabras. Las ventajas del reposo me permiten devolver vuestros sabios comentarios.

Port, son esos pequeños refugios soldados con la amistad los que nos permiten superar a aquellos otros soldados de botas negras, será una alucionación diminuta frente a la guerra desmedida, pero es un paso que está en nuestras manos.

Mil gracias por reflexionar con nosotros en mi blog, tu pensamiento, cuando te pones, vale oro.

muakales

Nelken

Nelken Rot dijo...

Abro otro comentario para responder a las chicas, jeje.

Es curioso que tanto tú como Port habláis del terreno del mal )no ha habido en la historia ninguna guerra buena, ya que es la negación del diálogo como solución a un conflicto, y la guerra nos hace éticamente seres pobres y desmembrados), bueno como decía ambos terminais con la esperanza y por eso me alegra que seais mis amigos, al final de recorrer el vaso hay que quedarse con la mitad llena.

Cuántas abuelas quedan con dolores de la guerra del 36!!

Recordar aquí que un pueblo que olvida su memoria es un pueblo que camina hacia la autodestrucción una y otra vez.

Suerte que están los escritores y las escritoras para mantener el reflejo de lo que otros y otras vivieron.

un abrazo linda

Nel

Nelken Rot dijo...

Mariatxu querida,

tus reflexiones sabias coinciden plenamente con mi pensamiento. Las élites irresponsables que dirigen nuestros países y el mundo están sordas, ciegas pero no mancas.

Algún día estaría bien que esas élites se quedaran cojas y se les amputaran las manos por robar lo que le pertenece al pueblo, pero ¿cómo lograrlo sin utilizar sus mismas armas?

Las estrategias de los movimientos sociales deben ser replanteadas, para que sin abandonar la paz de Gandhi, Lenon, Martin Luther King consigamos un mundo mejor para mucha más personas.

un abrazo solete

Nel