visita mi web creativa

miércoles, 24 de agosto de 2011

Escayolas del ser


A veces, se me fractura el corazón y el brazo, entonces los dedos se revolucionan y corren a por un teclado para recoger el pulso. La sangre, ya sin tinta, se despliega en un vaso sin tatuajes pero con versos, recojo un aroma, una luna disecada y escuálida que vence al sueño y a las polillas.

A veces, se me agarrotan los dedos porque sístole y diástole se suceden en una trenza perfecta sin sobresaltos, pese al IBEX, no me altero. No hay pulso, se demora el instinto de regar las plantas o inventar cadenetas de palabras. A veces, los hilos se quiebran, y no escribo.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces lo olvidamos pero, a-ve-ces, como su propio nombre indica, es "tran-qui-li-dad-que-soy-in-cons-tan-te-y-bi-o-de-gra-da-ble".

Dirección norte.

Nelken Rot dijo...

ABCs

Emilio Porta dijo...

"La sangre, ya sin tinta, se despliega en un vaso sin tatuajes pero con versos"

Vuelves, sin duda, a poner en la escritura los pensamientos. Da igual versos o líneas. Son buenos compañeros cuando nos indican el camino de avance. Y nos empujan.