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viernes, 16 de septiembre de 2011

Distancia sin espejos


¿Será esta nuestra casa?

Nos ha crecido una higuera sin apenas darnos cuenta.

También grietas y canas.


Ser caracol, salir sin equipaje para mirar el propio rastro.

Las hojas del cerezo presienten la devastación del otoño.





2 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

Querida Nel, precioso poema. Me gustan esas grietas, esas canas y ese rastro que nos ata a los recuerdos. Pero recuerda que el otoño no implica devastación. Como los árboles debemos sacudirnos, deshacernos de las hojas muertas y dejar espacio para los tallos nuevos. Tus manos jardineras lo saben...

Besos y un fuerte abrazo de algodón.

Nelken Rot dijo...

La devastación es el principio de la reconstrucción.

Son ideas próximas, lo único que devastar es drástico. A veces, la destrucción va por dentro y también implica renovación.

Muchas gracias por seguir paseándote por estos jardines.

un placer.

Muakales

N